En esta guía rezaremos el Santo Rosario en sus Misterios Luminosos. Paso a paso. La guía más completa para rezarlo de principio a fin. Este Rosario debe rezarse el jueves.
Misterios Luminosos
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Misterios Luminosos (Jueves). Edición por Creemos.net. Original por LightFieldStudios. Envato.
Inicio del Santo Rosario (Misterios Luminosos)
Para empezar el Rosario, en primer lugar hay que realizar el Signo de la Cruz.
1) Señal de la Santa Cruz
Por la señal de la Santa Cruz +
de nuestros enemigos +
líbranos, Señor, Dios nuestro +
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo +
Amén.
Continuamos con el Credo de los Apóstoles, y el Acto de Contrición (recomendado)
2) Credo de los Apóstoles
Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo.
Nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado.
Descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso, y desde allí va a venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna.
Amén.
3) Acto de Contrición
Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser vos quien sois, bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia, propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta.
Amén.
Continuamos rezando el Padre Nuestro
4) Padre Nuestro
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal.
Amén.
Continuamos rezando el Ave María
Primer Ave María
Dios te salve, María;
llena eres de gracia;
el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre,
Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
Segundo Ave María
Dios te salve, María;
llena eres de gracia;
el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre,
Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
Tercer Ave María
Dios te salve, María;
llena eres de gracia;
el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre,
Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
Gloria
Gloria al Padre,
y al Hijo,
y al Espíritu Santo.
Como era en el principio,
ahora y siempre,
y por los siglos de los siglos.
Amén.
Misterios Luminosos – Primer Misterio: El Bautismo en el Jordán
Anunciamos el primer Misterio
El Bautismo en el Jordán
«Bautizado Jesús, salió luego del agua;
y en esto se abrieron los cielos y vio al Espíritu de Dios,
que bajaba en forma de paloma y venía sobre él.
Y una voz que salía de los cielos decía:
«Este es mi Hijo amado,
en quien me complazco»». (Mt 3,16-17)
«El comienzo de la vida pública de Jesús es su bautismo por Juan en el Jordán.
Juan proclamaba «un bautismo de conversión para el perdón de los pecados» (Lc 3, 3)» (CIC, 535).
Ahora realizamos una breve pausa para la reflexión sobre el Misterio.
Proseguimos con un Padre Nuestro
Padre Nuestro
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal.
Amén.
Continuamos con las 10 cuentas del Ave María correspondientes al primer misterio
El Bautismo en el Jordán – 1 Ave María
Dios te salve, María;
llena eres de gracia;
el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre,
Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
El Bautismo en el Jordán – 2 Ave María
Dios te salve, María;
llena eres de gracia;
el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre,
Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
El Bautismo en el Jordán – 3 Ave María
Dios te salve, María;
llena eres de gracia;
el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre,
Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
El Bautismo en el Jordán – 4 Ave María
Dios te salve, María;
llena eres de gracia;
el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre,
Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
El Bautismo en el Jordán – 5 Ave María
Dios te salve, María;
llena eres de gracia;
el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre,
Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
El Bautismo en el Jordán – 6 Ave María
Dios te salve, María;
llena eres de gracia;
el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre,
Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
El Bautismo en el Jordán – 7 Ave María
Dios te salve, María;
llena eres de gracia;
el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre,
Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
El Bautismo en el Jordán – 8 Ave María
Dios te salve, María;
llena eres de gracia;
el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre,
Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
El Bautismo en el Jordán – 9 Ave María
Dios te salve, María;
llena eres de gracia;
el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre,
Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
El Bautismo en el Jordán – 10 Ave María
Dios te salve, María;
llena eres de gracia;
el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre,
Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
Tras rezar los diez ave marías correspondientes a las diez cuentas, finalizaremos el misterio con un gloria y un jaculatoria.
Gloria
Gloria al Padre,
y al Hijo,
y al Espíritu Santo.
Como era en el principio,
ahora y siempre,
y por los siglos de los siglos.
Amén.
Jaculatoria
Oh Jesús,
perdónanos nuestros pecados,
sálvanos del fuego del infierno y guía todas las almas al Cielo,
especialmente aquellas que necesitan más de tu misericordia.
Amén.
Misterios Luminosos – Segundo Misterio: Las bodas de Caná
Anunciamos el segundo Misterio
Las bodas de Caná
«Tres días después se celebraba una boda en Caná de Galilea y estaba allí la madre de Jesús. Fue invitado también a la boda Jesús con sus discípulos. Y, como faltara vino, porque se había acabado el vino de la boda, le dice a Jesús su madre: «No tienen vino». Jesús le responde: «¿Qué tengo yo contigo, mujer? Todavía no ha llegado mi hora».
Dice su madre a los sirvientes: «Haced lo que él os diga»». (Jn 2, 1-5). «En el umbral de su vida pública, Jesús realiza su primer signo -a petición de su Madre- con ocasión de un banquete de boda. La Iglesia concede una gran importancia a la presencia de Jesús en las bodas de Caná. Ve en ella la confirmación de la bondad del matrimonio y el anuncio de que en adelante el matrimonio será un signo eficaz de la presencia de Cristo» (CIC, 1.613).
Ahora realizamos una breve pausa para la reflexión sobre el Misterio.
Proseguimos con un Padre Nuestro
Padre Nuestro
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal.
Amén.
Continuamos con las 10 cuentas del Ave María correspondientes al segundo misterio
Las bodas de Caná – 1 Ave María
Dios te salve, María;
llena eres de gracia;
el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre,
Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
Las bodas de Caná – 2 Ave María
Dios te salve, María;
llena eres de gracia;
el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre,
Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
Las bodas de Caná – 3 Ave María
Dios te salve, María;
llena eres de gracia;
el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre,
Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
Las bodas de Caná – 4 Ave María
Dios te salve, María;
llena eres de gracia;
el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre,
Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
Las bodas de Caná – 5 Ave María
Dios te salve, María;
llena eres de gracia;
el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre,
Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
Las bodas de Caná – 6 Ave María
Dios te salve, María;
llena eres de gracia;
el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre,
Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
Las bodas de Caná – 7 Ave María
Dios te salve, María;
llena eres de gracia;
el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre,
Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
Las bodas de Caná – 8 Ave María
Dios te salve, María;
llena eres de gracia;
el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre,
Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
Las bodas de Caná – 9 Ave María
Dios te salve, María;
llena eres de gracia;
el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre,
Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
Las bodas de Caná – 10 Ave María
Dios te salve, María;
llena eres de gracia;
el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre,
Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
Tras rezar los diez ave marías correspondientes a las diez cuentas, finalizaremos el misterio con un gloria y un jaculatoria.
Gloria
Gloria al Padre,
y al Hijo,
y al Espíritu Santo.
Como era en el principio,
ahora y siempre,
y por los siglos de los siglos.
Amén.
Jaculatoria
Oh Jesús,
perdónanos nuestros pecados,
sálvanos del fuego del infierno y guía todas las almas al Cielo,
especialmente aquellas que necesitan más de tu misericordia.
Amén.
Misterios Luminosos – Tercer Misterio: El anuncio del Reino de Dios
Anunciamos el tercer Misterio
El anuncio del Reino de Dios
«El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca;
convertíos y creed en el Evangelio». (Mc 1, 15)
«Todos los hombres están llamados a entrar en el Reino.
Anunciado en primer lugar a los hijos de Israel,
este reino mesiánico está destinado a acoger a los hombres de todas las naciones» (CIC, 543).
Ahora realizamos una breve pausa para la reflexión sobre el Misterio.
Proseguimos con un Padre Nuestro
Padre Nuestro
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal.
Amén.
Continuamos con las 10 cuentas del Ave María correspondientes al tercer misterio
El anuncio del Reino de Dios – 1 Ave María
Dios te salve, María;
llena eres de gracia;
el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre,
Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
El anuncio del Reino de Dios – 2 Ave María
Dios te salve, María;
llena eres de gracia;
el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre,
Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
El anuncio del Reino de Dios – 3 Ave María
Dios te salve, María;
llena eres de gracia;
el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre,
Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
El anuncio del Reino de Dios – 4 Ave María
Dios te salve, María;
llena eres de gracia;
el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre,
Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
El anuncio del Reino de Dios – 5 Ave María
Dios te salve, María;
llena eres de gracia;
el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre,
Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
El anuncio del Reino de Dios – 6 Ave María
Dios te salve, María;
llena eres de gracia;
el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre,
Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
El anuncio del Reino de Dios – 7 Ave María
Dios te salve, María;
llena eres de gracia;
el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre,
Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
El anuncio del Reino de Dios – 8 Ave María
Dios te salve, María;
llena eres de gracia;
el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre,
Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
El anuncio del Reino de Dios – 9 Ave María
Dios te salve, María;
llena eres de gracia;
el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre,
Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
El anuncio del Reino de Dios – 10 Ave María
Dios te salve, María;
llena eres de gracia;
el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre,
Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
Tras rezar los diez ave marías correspondientes a las diez cuentas, finalizaremos el misterio con un gloria y un jaculatoria.
Gloria
Gloria al Padre,
y al Hijo,
y al Espíritu Santo.
Como era en el principio,
ahora y siempre,
y por los siglos de los siglos.
Amén.
Jaculatoria
Oh Jesús,
perdónanos nuestros pecados,
sálvanos del fuego del infierno y guía todas las almas al Cielo,
especialmente aquellas que necesitan más de tu misericordia.
Amén.
Misterios Luminosos – Cuarto Misterio: La Transfiguración
Anunciamos el cuarto Misterio
La Transfiguración
«Seis días después, Jesús tomó consigo a Pedro,
a Santiago y a su hermano Juan, y los llevó aparte,
a un monte alto.
Y se transfiguró delante de ellos:
su rostro se puso brillante como el sol,
y sus vestidos se volvieron blancos como la luz» (Mt 17, 1-2).
«Por un instante,
Jesús muestra su gloria divina,
confirmando así la confesión de Pedro.
Muestra también que para «entrar en su gloria» (Lc 24, 26),
es necesario pasar por la Cruz en Jerusalén» (CIC, 555).
Ahora realizamos una breve pausa para la reflexión sobre el Misterio.
Proseguimos con un Padre Nuestro
Padre Nuestro
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal.
Amén.
Continuamos con las 10 cuentas del Ave María correspondientes al cuarto misterio
La Transfiguración – 1 Ave María
Dios te salve, María;
llena eres de gracia;
el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre,
Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
La Transfiguración – 2 Ave María
Dios te salve, María;
llena eres de gracia;
el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre,
Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
La Transfiguración – 3 Ave María
Dios te salve, María;
llena eres de gracia;
el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre,
Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
La Transfiguración – 4 Ave María
Dios te salve, María;
llena eres de gracia;
el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre,
Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
La Transfiguración – 5 Ave María
Dios te salve, María;
llena eres de gracia;
el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre,
Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
La Transfiguración – 6 Ave María
Dios te salve, María;
llena eres de gracia;
el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre,
Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
La Transfiguración – 7 Ave María
Dios te salve, María;
llena eres de gracia;
el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre,
Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
La Transfiguración – 8 Ave María
Dios te salve, María;
llena eres de gracia;
el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre,
Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
La Transfiguración – 9 Ave María
Dios te salve, María;
llena eres de gracia;
el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre,
Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
La Transfiguración – 10 Ave María
Dios te salve, María;
llena eres de gracia;
el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre,
Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
Tras rezar los diez ave marías correspondientes a las diez cuentas, finalizaremos el misterio con un gloria y un jaculatoria.
Gloria
Gloria al Padre,
y al Hijo,
y al Espíritu Santo.
Como era en el principio,
ahora y siempre,
y por los siglos de los siglos.
Amén.
Jaculatoria
Oh Jesús,
perdónanos nuestros pecados,
sálvanos del fuego del infierno y guía todas las almas al Cielo,
especialmente aquellas que necesitan más de tu misericordia.
Amén.
Misterios Luminosos – Quinto Misterio: La institución de la Eucaristía
Anunciamos el quinto Misterio
La institución de la Eucaristía
«Mientras estaban comiendo,
tomó Jesús pan y lo bendijo,
lo partió y, dándoselo a sus discípulos,
dijo: «Tomad, comed, éste es mi cuerpo»» (Mt 26, 26).
«Al celebrar la última Cena con sus apóstoles en el transcurso del banquete pascual,
Jesús dio su sentido definitivo a la pascua judía.
En efecto, el paso de Jesús a su Padre por su muerte y su resurrección, la Pascua nueva,
es anticipada en la Cena y celebrada en la Eucaristía que da cumplimiento a la pascua judía y anticipa la pascua final de la Iglesia en la gloria del Reino» (CIC, 1.341).
Ahora realizamos una breve pausa para la reflexión sobre el Misterio.
Proseguimos con un Padre Nuestro
Padre Nuestro
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal.
Amén.
Continuamos con las 10 cuentas del Ave María correspondientes al quinto misterio
La institución de la Eucaristía – 1 Ave María
Dios te salve, María;
llena eres de gracia;
el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre,
Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
La institución de la Eucaristía – 2 Ave María
Dios te salve, María;
llena eres de gracia;
el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre,
Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
La institución de la Eucaristía – 3 Ave María
Dios te salve, María;
llena eres de gracia;
el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre,
Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
La institución de la Eucaristía – 4 Ave María
Dios te salve, María;
llena eres de gracia;
el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre,
Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
La institución de la Eucaristía – 5 Ave María
Dios te salve, María;
llena eres de gracia;
el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre,
Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
La institución de la Eucaristía – 6 Ave María
Dios te salve, María;
llena eres de gracia;
el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre,
Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
La institución de la Eucaristía – 7 Ave María
Dios te salve, María;
llena eres de gracia;
el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre,
Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
La institución de la Eucaristía – 8 Ave María
Dios te salve, María;
llena eres de gracia;
el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre,
Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
La institución de la Eucaristía – 9 Ave María
Dios te salve, María;
llena eres de gracia;
el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre,
Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
La institución de la Eucaristía – 10 Ave María
Dios te salve, María;
llena eres de gracia;
el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre,
Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
Tras rezar los diez ave marías correspondientes a las diez cuentas, finalizaremos el misterio con un gloria y un jaculatoria.
Gloria
Gloria al Padre,
y al Hijo,
y al Espíritu Santo.
Como era en el principio,
ahora y siempre,
y por los siglos de los siglos.
Amén.
Jaculatoria
Oh Jesús,
perdónanos nuestros pecados,
sálvanos del fuego del infierno y guía todas las almas al Cielo,
especialmente aquellas que necesitan más de tu misericordia.
Amén.
Finalizaremos el Santo Rosario con una Salve a la Virgen.
Salve
Dios te salve,
Reina y Madre de Misericordia,
vida, dulzura y esperanza nuestra,
Dios te salve.
A ti Llamamos los desterrados hijos de Eva.
A ti suspiramos gimiendo y llorando en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora, abogada nuestra,
vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos;
y después de este destierro muéstranos a Jesús,
fruto bendito de tu vientre.
Oh clemente, oh piadosa,
oh dulce Virgen María.
Ruega por nosotros,
Santa Madre de Dios.
Para que nos hagamos dignos de alcanzar las promesas de Cristo.
Amén.