Oración a la Magníficat para recibir sus Favores
¡Oh! Virgen Purísima, Santísima Madre de Jesucristo, por quien estamos seguros alcanzaremos el perdón de nuestras faltas.
Hoy vengo ante ti con mi corazón despejado de todo tipo de vanidades para solicitar tu divina intercesión en mi vida.
Oraciones milagrosas para la Magnífica. Edición por Creemos.net. Original por David Mark en Pixabay.
Tú que conoces el corazón de tus hijos, de esas generaciones que hoy se rinden ante tu excelsa belleza y bondad.
Me rindo a tus pies para que bendigas mi vida y a través de tu gracia pueda recibir los dones que Dios ha guardado para mí.
Madre y Señora de todo cuanto nos rodea, esperanza nuestra, que permites que todo lo sublime que proviene del cielo favorezca a tus amados hijos.
Concede a este siervo tuyo la dicha de gozar en la gloria las obras de mi amado Padre.
Amadísima Madre de todos los pecadores, tú que miras con ojos de misericordia a quienes por su actuar ofenden a tu hijo.
Líbrame de mis penas y llévame de la mano para ser merecedor de todo tu amor.
Magníficat y dulcísima María, Virgen fiel, pura y llena de humildad derrama sobre mi vida tus abundantes bendiciones y se el más valioso bien que habite en mi alma.
Permíteme ser tu eterno venerador, portavoz de tu obra a todos los hombres que aún vagan por el mundo sin conocer tu magnificencia. Amén.
Oración a la Magníficat para recibir su sagrada protección
Doncella virginal, hermosa y delicada flor de Dios, bendita entre todas las mujeres y Madre admirable de nuestro Señor Jesucristo.
Tu que con profunda devoción cuidaste y protegiste a tu amado hijo, aceptando sin protestar los designios del Altísimo.
Hoy vengo ante ti implorando tu amparo sobre mi y mi familia.
Tu que conoces el alma de tus hijos y escuchas sus pensamientos, líbranos, Señora mía de todo aquel que desee lastimarnos de alguna manera.
Tu que resplandeces cual sol radiante en la mañana, se la luz que ilumine las almas oscuras de aquellos que desean herir a este hijo tuyo.
Magníficat María, se nuestro escudo y nuestra espada frente a nuestros enemigos.
Con tu sagrado poder muéstrales que sin ti en sus vidas están perdidos.
Se mi auxilio en los momentos de peligro y aléjame de las tentaciones que puedan poner en riesgo mi vida.
Gracias Madre mía porque sé que me escuchas y desde ya, obras en mi favor para que nada fuera de la bendición de tu hijo pueda tocarme.
Porque él te da el poder para que seas mi amada protectora y tu luz no dejará que camine en tinieblas. Amén.
Oración milagrosa a la Magníficat para causas perdidas
Gloriosa María, tú que eres digna de todo honor y veneración.
Sin tu santa protección las generaciones, después de tu sagrada concepción, no tendríamos un rumbo fijo.
Tu que viste la sangre derramada de tu hijo cubrir el suelo del calvario y aceptaste sin protestar este destino ya escrito.
Amadísima protectora, madre de Jesús y madre nuestra, que confiaste plenamente en la venida de tu hijo y alimentaste la esperanza de sus discípulos.
Que nunca diste un paso atrás ante las situaciones adversas que enfrentaste y jamás dudaste de la misión de Cristo Jesús en la tierra.
Hoy eres la Magníficat, pues por tu gracia las causas perdidas siempre tienen una solución acompañada de la bendición de Dios y del Espíritu Santo.
Escucha a este hijo tuyo que implora tu intercesión ante esa terrible adversidad.
Confío plenamente en que podrás asistirme y me ayudarás a superar tan penosa situación pues no encuentro salida sin ti.
¡Oh! Purísima Madre mía socórreme en esta lucha y dame la gracia de poder salir airoso de todo aquello que me aqueja. Amén.