Adorado Padre celestial,
en el nombre de Jesucristo,
Oración de la serenidad familiar. Edición por Creemos.net. Original por andrisbarbans. Envato.
tu hijo amado
Vengo a tu divina presencia
para rogarte mi buen Señor
Por mi hogar, por mi familia,
dótanos de tu serenidad
Para que con tu grandioso
poder y tu benevolente amor
Nos concedas
la paz y la tranquilidad,
Para que convivamos en armonía
los unos con los otros.
Danos la luz para tomar
decisiones sabias y prudentes,
Para comprender que hay
cosas que no podemos cambiar
Y otras que debemos cambiar
Asístenos para no caer en
la desesperación y en aflicción
Y saber que tu tiempo es perfecto,
Porque si tu diriges nuestra vida,
todas las cosas saldrán bien.
Obra en nuestras vidas y
fortalece nuestros lazos,
Que siempre reine el respeto,
la confianza, la lealtad.
Oh mi sublime Salvador,
aliméntanos con
tu maravilloso espíritu,
Y dótanos de las virtudes:
sabiduría, amor, paz mansedumbre y templanza;
Para que con ellas podamos cultivarnos y desarrollar
Valores y principios humanos que
nos permitan llevar una
vida ejemplar y sosegada.
Ilumínanos para que podamos
instruir correctamente a nuestros hijos
Para que transiten el sendero del bien,
No permitas que nada malo les pase
y líbralos de las malas compañías
Protege también nuestro hogar
de todo mal
De toda asechanza,
de toda energía negativa
Contigo nos sentimos
seguros y confiados
pues eres nuestro pronto
auxilio en toda dificultad,
nuestro socorro,
nuestro refugio cuando a ti clamamos
Gracias mi Dios por la
familia que me has dado
Por proveer nuestras necesidades,
gracias por la salud,
Gracias por tanto amor,
por tu ayuda y por tus cuidados
Porque nunca nos has
desamparado
y siempre estas atento
a nuestras peticiones.
Amén.
Orar en familia, fortalece la familia.
Es fundamental poner a nuestra familia en las manos de Dios, más aún en estos tiempos tan difíciles que estamos viviendo, donde los principios y valores que se deben impartir desde el hogar primeramente, no orar en familia últimamente es menos común, sin saber los beneficios que esto trae, no hacerlo trae los factores de riesgo tales como: la falta de una comunicación efectiva, la violencia intrafamiliar, el abandono familiar, falta de disciplina, carencia de normas, todo tipo de problemas derivados del consumo de alcohol y otras drogas, poca o nula supervisión, entre otras.
No obstante, Dios quiere transformar la familia para bien, por eso debemos invocarlo y pedirle para que él bendiga la nuestra y todas las familias del mundo entero, sobre todo aquellas que están atravesando momentos difíciles de angustia y desesperación. Por lo tanto, debemos rogarle que consolide la unión familiar y la resguarde de todo mal. También debemos pedirle por nuestros anhelos y los proyectos que tengamos previsto llevar a cabo.
Es una imperiosa necesidad orar en familia, además de ayudarlos a cultivar los valores espirituales, es una herramienta eficaz para superar los conflictos y/o momentos críticos. Es ideal que nuestros hijos vivan la experiencia de sentir la presencia de Dios, de honrarle, de ponerlo en primer plano en nuestra vida, de adorarle, que ellos reconozcan la importancia que tiene acercarnos a él a través de la oración, hacerle nuestras justas peticiones, pedir perdón por las faltas que cometemos cada día y dar gracias a nuestro creador por todas las cosas.
En este sentido, nosotros debemos ser ejemplo para ellos, al respecto la Biblia nos reitera: “instruye al niño en tu camino y aun cuando fuere viejo, no se apartará de él”. Proverbios 22: 6. Esto implica, orar, meditar, reflexionar, alabar a Dios.
Rezar la oración de serenidad en familia es agradable a Dios, nos mantiene muy unidos y en consecuencia la familia se fortalece, asume una comunicación efectiva y puede afrontar las adversidades que se le puedan presentar para superarlas.