Señor, este día que comienza lo pongo en tus manos
Gracias por el descanso nocturno,
Oración de la mañana camino con Jesús. Edición por Creemos.net. Original por Pexels en Pixabay.
Gracias por protegernos de todo peligro,
No sé lo que este nuevo día me depara,
pero junto a ti sé que estaré seguro
Pues tú eres mi esperanza, mi escudo protector.
También te encomiendo a mis hijos,
Para que los ilumines, los alejes del mal y les des tu bendición
Oh mi buen Jesús, muéstrame el camino
Dame tu luz, ¡oh gran maestro!
Oriéntame para escoger el sendero correcto
Ayúdame para no caer ante las adversidades
Y si en el camino mis piernas parecen flaquear
Dios mío, en este nuevo día,
Potencia mis energías,
Fortaléceme con tu poder
Son muchas las pruebas que en mi recorrido pueda encontrar,
Pero tengo la certeza que de todas me vas a librar,
Y no me rendiré, pues si camino contigo
Nunca estaré solo(a)
Si me siento contrito y abatido(a) consuélame,
cuando me persigan, escóndeme,
Si me atacan defiéndeme.
Padre amado, mi salvador
Bueno es confiar en ti, dame tu paz,
Como solo tú la puedes otorgar.
Reconozco mis faltas,
por lo tanto te ruego que perdones
todas mis transgresiones e iniquidades,
Conviérteme en la persona que tú quieres que sea
Que vivamos bajo tu gracia
Siguiendo el ejemplo, que tu Señor
Cuando viniste a este mundo
Bien que nos enseñaste
Y tu legado es y será eternamente
Por los siglos de los Siglos
Ayúdame para mantenerme fiel a tu santa voluntad
Te alabare y te glorificare,
Rey de Reyes, pues eres mi supremo benefactor.
Amén.
¿Por qué es tan importante encomendarnos a Dios en la mañana?
Agradecer a Dios en la mañana, al despertarnos, por una oportunidad más de vida, porque amanecimos bien, porque descansamos en el remanso de nuestra casa, mientras que otros probablemente no amanecieron tan bien, o están enfermos, o cuidando a algún familiar en un hospital, debe ser un hábito que debemos llevar a cabo todos los días de nuestra existencia, y del mismo modo transmitirlo a nuestros hijos.
Una oración en la mañana es el momento propicio para plantearle a Dios todos nuestros problemas porque para él, todas las cosas son posibles y tiene las respuestas para todas nuestras inquietudes, bien sea materiales, físicas o de carácter espiritual. Sólo tenemos que pedirle a nuestro padre que está el cielo, que todo lo ve y que todo lo puede, esto, en un acto de reverencia y verdadera devoción, por cuanto estamos estableciendo una comunicación celestial, para que el obre en nuestra vida y nosotros hacer su voluntad encomendándole todas las cosas, todos nuestros anhelos, todo nuestros proyectos para que él nos enrumbe por el camino que nos lleve a un destino favorecedor.
Además de la acción de gracias y el planteamiento de todas las problemáticas que perturban nuestra existencia, así como también podemos interceder por nuestros familiares, amigos y/o compañeros de trabajo. No debemos olvidarnos de expresar nuestras palabras de adoración a nuestro Señor y creador e implorarle el perdón de nuestros pecados pidiéndole que nos haga fuertes para no incurrir en el pecado para no alejarnos de él y poder caminar con Jesús, el cual nunca nos deja solos.
Las Sagradas Escrituras revelan que nuestro amado Padre Celestial siempre está dispuesto para atender nuestro ruego si con el corazón contrito y humillado le clamamos, pues ponemos nuestra esperanza en un Dios sempiterno y benevolente.
Es importante destacar que la también la Biblia nos habla de varios personajes que oraban al amanecer entre ellos, nuestro mejor ejemplo a seguir, Jesús el Mesías, David, el Salmista, El Rey Salomón, inspirado por Dios, autor del Libro Proverbios, el Joven Daniel, El profeta Elías, Job, cuya historia se atribuye a Moisés, en el libro de Job, entre otras figuras que nos demostraron el Gran poder de la oración.